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Cuando las ciudades olvidan cómo respirar



Starker Verkehr in der Stadt Autokolonnen Motorräder

Rajshahi fue durante muchos años un ejemplo de desarrollo urbano sostenible en Bangladés. Pero hoy se ha convertido en un símbolo de un problema global: la pérdida de infraestructura verde y la falta de gestión de la calidad del aire están llevando incluso a ciudades antes limpias al límite de su capacidad ambiental.

Hace apenas unos años, Rajshahi era conocida como una “ciudad verde”. Las autoridades habían apostado por una planificación del transporte sostenible, la protección de espacios verdes y la concienciación ambiental. Su calidad del aire se contaba entre las mejores del país.

Hoy la situación es muy distinta. El 16 de marzo de 2024, Rajshahi registró, según IQAir, un Índice de Calidad del Aire (AQI) de 162, significativamente superior al de Dhaka, la capital, habitualmente considerada una de las ciudades más contaminadas. Valores por encima de 150 se clasifican como perjudiciales para la salud, especialmente para grupos de riesgo.



¿Qué ha ocurrido?

1. Urbanización acelerada sin considerar la calidad del aire

El número de vehículos —legales e ilegales— ha explotado. Los autorickshaws y transportes motorizados dominan ahora la imagen urbana. Los proyectos de construcción avanzan sin una planificación ambiental coordinada. Donde antes había árboles que proporcionaban sombra, ahora predominan el hormigón y el polvo.


2. Pérdida de filtros naturales del aire

Rajshahi contaba anteriormente con más de 300 estanques, muchos de los cuales han sido rellenados. Además, la tala extensiva de árboles ha transformado notablemente el microclima urbano. Se generan islas de calor, disminuye la circulación natural del aire y los contaminantes permanecen más tiempo en la atmósfera.


3. Gestión ineficiente de residuos

Cada día se generan entre 350 y 400 toneladas de basura. Gran parte se desecha de forma incontrolada. La presencia de residuos en ríos, calles y campos contribuye a la contaminación del aire, especialmente cuando la materia orgánica se descompone o se quema.



Lo que Rajshahi nos enseña

La evolución de Rajshahi no es un caso aislado. Representa la realidad de muchas ciudades del Sur Global, pero también de Europa, donde el crecimiento urbano suele superar la capacidad de la infraestructura. Incluso los edificios construidos según estándares modernos no están automáticamente protegidos contra el polvo fino, los óxidos de nitrógeno o la contaminación biológica del aire.



La lección para la planificación moderna de edificios

Lo que ocurre fuera no se queda fuera. La contaminación producida por el tráfico, las obras o la gestión de residuos entra en los interiores a través de puertas, ventanas y, sobre todo, sistemas de ventilación. Y es aquí donde entra en juego la filtración profesional del aire.

En Airvolut, apostamos por tecnología de filtración electrostática diferenciada, capaz de eliminar incluso partículas ultrafinas, incluidos polvo fino, virus y bacterias. Con un grado de separación del 99,5 %, nuestros sistemas permiten recuperar en oficinas, centros de producción y edificios públicos lo que ciudades como Rajshahi están perdiendo: aire limpio para respirar.

Rajshahi es un recordatorio de lo rápido que el progreso puede convertirse en retroceso cuando la sostenibilidad y la calidad del aire no forman parte de la ecuación. La buena noticia es que, al menos en interiores, podemos actuar.



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