El desgaste de los neumáticos en el punto de mira: Euro 7 es solo el comienzo
- Sunny Pi-San Capatt
- 19 jul
- 2 Min. de lectura
Los neumáticos son los contaminantes invisibles de la movilidad moderna. Mientras los motores se vuelven más silenciosos y los gases de escape más limpios, una carga ambiental importante sigue siendo en gran medida ignorada: el desgaste de los neumáticos. Eso está empezando a cambiar, tanto a nivel europeo como global.

Con la próxima norma de emisiones Euro 7, la UE abre un nuevo capítulo. Por primera vez, no solo se regularán las emisiones del tubo de escape, sino también el desgaste de neumáticos y frenos. Estas partículas se dispersan en el aire, el suelo y el agua en forma de polvo fino y microplásticos, lo que representa un riesgo potencial para la salud humana y el medio ambiente.
Vehículos eléctricos más pesados, mayor desgaste
Este problema es especialmente relevante en el caso de los vehículos eléctricos más pesados, que generan más abrasión debido a su peso. La UE responde con nuevas medidas: a partir de 2028 se aplicarán límites específicos de desgaste de neumáticos. Se ha desarrollado un procedimiento de prueba estandarizado: 8.000 km de conducción en convoy bajo condiciones controladas. Los fabricantes dispondrán de 30 meses para cumplir con la normativa.
Un problema global sin soluciones globales
Aunque Euro 7 es un paso importante, el desgaste de neumáticos no conoce fronteras nacionales. Todavía no existen estándares armonizados a nivel mundial para medir y comparar la abrasión de neumáticos. Cada fabricante utiliza actualmente su propio método, lo que hace casi imposible las comparaciones objetivas.
El Foro Económico Mundial ya ha tomado nota. En colaboración con el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) y un comité de expertos de la UNECE, se ha elaborado una propuesta para un procedimiento de prueba global estandarizado. Esta podría incorporarse a las regulaciones internacionales en 2025. Un gran paso hacia una mayor transparencia y responsabilidad ambiental global.
Microplásticos en la cadena alimentaria
La urgencia del tema es clara. Los estudios demuestran que más de 500.000 toneladas de partículas de desgaste de neumáticos se liberan cada año en Europa. Una parte significativa llega a ríos y océanos a través del agua de lluvia, convirtiéndose en una fuente infravalorada de contaminación por microplásticos. Estas partículas pueden entrar en la cadena alimentaria, dañar ecosistemas y poner en riesgo la salud humana.
Una amenaza invisible también en interiores
Un aspecto frecuentemente olvidado: las partículas finas relacionadas con el tráfico no se quedan fuera. El desgaste de neumáticos y frenos también entra en oficinas, fábricas y edificios públicos, especialmente en zonas urbanas densamente pobladas o con alto intercambio de aire.
💬 Comentario experto – Airvolut:
“El desgaste de los neumáticos se percibe principalmente como un problema ambiental, pero también afecta los espacios interiores. En entornos urbanos o industriales, las partículas finas entran en el aire que las personas respiran cada día. Nuestros sistemas de filtración electrostática están diseñados específicamente para capturar y eliminar incluso estos contaminantes invisibles del aire interior.”
— Equipo de Airvolut
Hacia una movilidad más limpia
Euro 7 y los protocolos de prueba globales son herramientas fundamentales, pero deben formar parte de una estrategia más amplia:
Tecnologías de neumáticos innovadoras con menor abrasión
Conducción sostenible, como la conducción anticipada
Soluciones de reciclaje para neumáticos usados y partículas
Filtración de aire interior para proteger la salud en los edificios


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