¿Por qué tu hogar limpio podría estar contaminado?
- Pi San Capatt
- 21 may
- 3 Min. de lectura
Cuando oímos hablar de «polvo fino», lo primero que solemos pensar es en el tráfico, las fábricas o la contaminación del aire urbano. Pero lo que mucha gente desconoce es que el aire interior suele estar más contaminado que el exterior , y el polvo fino es uno de los principales causantes.
Incluso en hogares limpios y modernos, diminutas partículas en suspensión se acumulan en el aire debido a las actividades cotidianas. Estas partículas pueden perjudicar la salud, reducir la concentración y disminuir el bienestar general. Analicemos con más detalle cómo se genera el polvo fino en el hogar y cómo protegerse y proteger a la familia de sus efectos.
¿Qué son las partículas finas y por qué son perjudiciales?
El polvo fino, también conocido como material particulado (PM), se refiere a partículas microscópicas sólidas y líquidas suspendidas en el aire. Estas partículas varían en tamaño:
Las PM10 incluyen partículas de menos de 10 micrómetros.
PM2.5 incluye partículas con un tamaño inferior a 2,5 micrómetros.
Las partículas ultrafinas (PM0.1) tienen un tamaño inferior a 0,1 micrómetros.
Cuanto más pequeña es la partícula, más profundamente puede penetrar en el sistema respiratorio. Las partículas ultrafinas pueden incluso entrar en el torrente sanguíneo y afectar a los órganos.
La exposición al polvo fino se ha relacionado con una amplia gama de problemas de salud, como irritación de los ojos y las vías respiratorias, dolores de cabeza, reacciones alérgicas, ataques de asma y daños a largo plazo en los sistemas cardiovascular y respiratorio. Los grupos vulnerables, como los niños, los ancianos y las personas con enfermedades preexistentes, corren un riesgo especialmente elevado.

¿De dónde proviene el polvo fino en el hogar?
Si bien las fuentes externas, como el tráfico y la contaminación industrial, pueden contribuir a los problemas de calidad del aire interior, una sorprendente cantidad de polvo fino se produce dentro del propio hogar . Algunas fuentes comunes son:
Cocinar: Al cocinar, sobre todo al freír o usar una estufa de gas, se liberan al aire pequeñas partículas de grasa y humo. Estas pueden permanecer en el aire durante horas, especialmente en cocinas con poca ventilación.
Actividades de limpieza: Los limpiadores en aerosol, los ambientadores y otros productos químicos liberan compuestos orgánicos volátiles (COV) y aerosoles. Estas sustancias se combinan con las partículas presentes en el aire y crean una fina niebla de contaminantes invisibles.
Aspirar sin la filtración adecuada: Las aspiradoras sin filtro HEPA tienden a levantar y redistribuir el polvo en lugar de capturarlo. El polvo de alfombras, tapicería y cortinas se levanta y permanece en el aire mucho después de la limpieza.
Velas o incienso encendidos: Estos detalles acogedores pueden ser importantes fuentes de hollín fino y partículas ultrafinas. La combustión de la cera y los componentes aromáticos libera diminutos contaminantes en la habitación.
Impresoras y equipos de oficina: Las impresoras láser y las fotocopiadoras emiten partículas ultrafinas, especialmente durante un uso intensivo, lo que contribuye a los niveles de contaminación en oficinas domésticas.
Textiles y tapicerías: Las telas como alfombras, sofás y cortinas acumulan polvo de forma natural con el tiempo y lo liberan de nuevo al aire a través del movimiento y las corrientes de aire.

¿Cómo puedes mejorar la calidad del aire interior de tu vivienda?
Afortunadamente, existen estrategias prácticas y eficaces para reducir el polvo fino en su hogar:
Ventile sus habitaciones con regularidad, dejando entrar aire fresco. Abra las ventanas completamente (no solo entreabiertas) durante 5 a 10 minutos, dos o tres veces al día. Esto ayuda a eliminar los contaminantes y a que entre aire limpio.
Utilice la campana extractora al cocinar, incluso para tareas cortas. Siempre que sea posible, utilice una campana con salida de humos externa para capturar y eliminar el humo, el vapor y las partículas antes de que se dispersen.
Evita los productos de limpieza en aerosol y los ambientadores sintéticos. En su lugar, opta por productos de limpieza naturales y sin perfume, y utiliza paños de microfibra que atrapan el polvo sin químicos.
Elige una aspiradora con filtro HEPA certificado. Esto garantiza que incluso las partículas de polvo más pequeñas queden atrapadas dentro de la máquina y no vuelvan a dispersarse en la habitación.
Lave regularmente las telas y los muebles tapizados. Artículos como cortinas, fundas de almohada y mantas deben limpiarse con frecuencia para evitar la acumulación de polvo.
Utilice un purificador de aire avanzado para una protección continua. Un dispositivo de calidad filtra las partículas finas, los alérgenos e incluso los virus del aire.



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